El carex para reemplazar el plástico - Seripheap
El carex para reemplazar el plástico

El carex para reemplazar el plástico

abr. 14 2025

La contaminación por plástico es un tema cada vez más candente en Camboya. El uso de este material se ha generalizado en todos los estratos de la población y plantea enormes problemas ecológicos y sanitarios tanto en las ciudades como en el campo. Numerosos paisajes, canales e incluso suburbios de las aglomeraciones urbanas están hoy invadidos por diversos desechos plásticos multicolores. Sin embargo, nuevas mentalidades e innovaciones comienzan a surgir con el fin de reducir esta contaminación creciente.

Según un estudio realizado en 2016 por la ONG italiana ACRA, los habitantes de Phnom Penh consumían hace 4 años más de 10 millones de bolsas plásticas al día, es decir, 10 veces más que en la Unión Europea o en China. Cada habitante de la capital utiliza más de 5 bolsas plásticas al día, lo que equivale a 2000 al año. Una cifra desafortunada, que probablemente ha cambiado algo desde entonces, pero que sigue reflejando la omnipresencia de este material sintético en la vida cotidiana del reino.

Una toma de conciencia reconfortante

A pesar de este panorama ecológico, surgen iniciativas responsables para cambiar las cosas. En Phnom Penh, por ejemplo, el "Trashtag challenge", un desafío internacional lanzado en las redes sociales, permitió hace un año la creación de un grupo de adolescentes y jóvenes adultos que se propusieron retirar todos los desechos de la superficie del canal de Boeung Trabek que atraviesa la capital. Poco a poco, y a pesar de que cada mañana encontraban el canal en el mismo estado que el día anterior antes de limpiarlo, estos camboyanos lograron no solo limpiar el curso de agua, sino también generar conciencia en los diferentes barrios vecinos. Los habitantes dejaron de tirar toda su basura allí, que evidentemente contenía una gran mayoría de plástico.

Aunque esto no es suficiente para reducir drásticamente el consumo de plástico, la simple toma de conciencia de una joven generación, que además representa la mayoría de la población camboyana actual, combinada con el sentimiento de una misión por cumplir para algunos, constituye sin duda una evolución de mentalidades.

El carex toma el relevo del plástico

Más allá del individuo, grupos profesionales, turísticos y culinarios, entre otros, están lanzando cada vez más iniciativas en este sentido. Tomemos el ejemplo de la pajilla de plástico. Este pequeño "tubo", traducción literal de pajilla en khmer, se ha generalizado en el país desde hace muchos años. ¡Verás pajillas por todas partes! En los vasos de plástico que contienen café helado, jugo de caña de azúcar, batidos, cerveza, té (caliente o frío) o otras bebidas frías. Porque en Camboya la bebida debe estar fría (excepto en algunos casos el té)! La pajilla ha encontrado fácilmente su lugar, ya que se puede pensar que estas bebidas, llenas hasta el borde con hielo de diferentes tamaños, son bastante difíciles de beber de manera limpia en este tipo de vaso sin pajilla… Su entrega es casi automática en todos los comerciantes callejeros, los puestos de comida, los restaurantes e incluso las tiendas de conveniencia… Y sí, muchas personas en Camboya también consumen sus latas con una pajilla. Está omnipresente.

La empresa camboyana Organic Lifestyle comenzó hace solo 3 meses a buscar soluciones para reducir el uso de las pajillas de plástico. El objetivo no es cambiar las mentalidades sobre el uso de este producto cotidiano, sino encontrar un material de sustitución. Por eso importan y suministran ya, a través del país, a cientos de particulares, así como a restaurantes y comercios, pajillas de carex, una planta parecida a la citronela. El carex se utiliza en Francia, por ejemplo, para reforzar el tejido de las sillas. Forma parte de una familia biológica (el 5º nivel de clasificación) diferente a la de la citronela, pero ambas plantas son muy cercanas porque pertenecen al mismo orden (4º nivel de clasificación), a la misma clase (3º nivel de clasificación) y a la misma división biológica (2º nivel de clasificación). "Estas pajillas de carex se han elegido por su neutralidad en el sabor en la boca [a diferencia de la citronela], garantizando así a nuestros clientes que pueden disfrutar del sabor completo de nuestras bebidas", explica Gabrielle Gabillat, responsable de la comunicación de Thalias Hospitality. El grupo, que posee varios restaurantes en Phnom Penh y Siem Reap, ha estado utilizando estas pajillas ecológicas en cada uno de sus establecimientos desde hace dos meses. Por una cuestión de higiene, Gabrielle asegura que las pajillas de carex no son reutilizables.

Sovanarith, miembro de Organic Lifestyle, garantiza que desde que comenzaron a comercializar estas pajillas de carex, cada vez más personas se están convenciendo de la eficacia de esta solución alternativa. ¡En Phnom Penh y en otros lugares! "Algunas personas vienen personalmente a llevarse estas pajillas naturales a sus hogares en el campo, donde la oferta aún no está disponible". La idea de reconocer el riesgo medioambiental inherente al plástico se refleja en estos ejemplos y empieza a calar en las diversas mentalidades que se pueden encontrar en Camboya. Una razón para tener esperanza.

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